Un análisis rápido del mercado inmobiliario chino puede reflejar un proceso de recuperación. Sin embargo, mientras las ciudades de primer nivel experimentan una expansión, no acontece lo mismo en el resto del país, donde el panorama es mucho más variado y sombrío. Septiembre marcó un mínimo de seis años en el crecimiento de la inversión en el sector. Esto más bien indica que la demanda de vivienda en China puede haber alcanzado su punto máximo en términos absolutos, en cuyo caso cualquier recuperación requeriría primero quemar el excedente actual de bienes raíces residenciales. Las autoridades han reaccionado eliminando las restricciones del 2011 y 2012 destinadas a enfriar un posible sobrecalentamiento del mercado. No obstante, esto ha traído aparejado riesgos especulativos. El complejo panorama pareciera replicarse en el mercado de viviendas usadas, aunque no existen datos oficiales al respecto. Según estimaciones de analistas, los inventarios acumularon una brecha de 34 meses en 2014, la que podría disminuir a 30 en el 2015. Las cifras están muy por encima del promedio histórico de 22 meses, ligeramente superior a los 20 meses que manejan los proyectos de construcción. Dada esta realidad, se espera que haya un descenso continuado en la construcción durante el primer trimestre de 2016. Un escenario de ajuste rápido podría dar lugar a un repunte cíclico para el 2017 ó 2018.
Para leer el artículo completo haga click aquí