En la reciente reunión de ministros de Finanzas del G20, en Shanghai, muchos mostraron sus aprensiones en torno al crecimiento mundial, sobre todo a causa de la desaceleración económica de China. Para algunos, tal como ocurre con otras grandes economías emergentes, China estaría atrapada en la temida “trampa de ingresos medios”, incapaz de abrirse paso hacia el estatus de economía avanzada. No obstante, no existe regularidad histórica que establezca que los países queden atascados en determinados niveles de renta. Por el contrario, los estudios sugieren que las economías de bajos ingresos, también son propensas a convertirse en economías de rápido crecimiento de ingresos medios, y en última instancia, llegar al estado de ingresos altos. Si una economía se atasca, es porque requiere de un ajuste, como base para los cambios que posibiliten el crecimiento. ¿En qué consiste, exactamente, este ajuste? Aunque los detalles varían de un país a otro, la teoría neo-schumpeteriana de crecimiento, centrada en la innovación, ofrece algunas ideas importantes. Dada su impresionante capacidad de transformación, China tiene una muy buena oportunidad de tener éxito en este camino.
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