El mercado financiero, el comercio electrónico, los servicios y la tecnología, son las áreas de negocios más promisorias en la China actual, según la visión del emprendedor de origen asiático, Qiu Xin, quien es además ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile. El profesional fue el expositor central de la Conferencia-Desayuno: “China-Una Sociedad entre contradicciones”; actividad organizada por CHICIT en el salón Alerce de la firma EY, miembro del Directorio de CHICIT.
En su exposición, el ingeniero abordó las características principales de la sociedad china, la composición de poder político y las apuestas del gobierno para los próximos años; así como las principales tendencias del mercado y algunos consejos para desenvolverse en él.
Según el profesional, el país asiático enfrentará un escenario de incertidumbre durante los próximos dos años, determinado por cambios cruciales a nivel de la cúpula del Partido Comunista, en donde se pondrá a prueba igualmente la dupla conformada por el presidente Xi Jinping y el Primer Ministro, Li Keqiang.
Asimismo, el ingeniero argumentó que debido al proceso de reestructuración del modelo económico, China paulatinamente dejará de ser la llamada “fábrica del mundo”; circunstancia que se ha visto profundizada a causa del aumento de los salarios y el constante desplazamiento de las transnacionales.
Debido a todo lo anterior, el profesional concluyó que la cifra de crecimiento económico de China estará seguramente por debajo de las metas proyectadas por el gobierno, en torno al 6,5 por ciento. Aunque confirmó la amplia gama de posibilidades existentes en China, un país en donde “todo es difícil, pero nada es imposible”.
Durante la actividad, el ingeniero también compartió los aspectos más relevantes de su experiencia como gestor de negocios en China. Según Qiu Xin, antes de que una empresa tome la decisión de instalarse físicamente en el país asiático es necesario adquirir un conocimiento profundo del mercado que se intenta abordar y fijar objetivos de corto plazo; teniendo a su vez, tanto un plan B como cláusulas de salida, en caso de que las operaciones no funcionen.
Entre sus recomendaciones, el ingeniero planteó que a diferencia de años anteriores, en la actualidad es mucho más conveniente establecer una oficina con personalidad jurídica propia en China, antes que una oficina de representación, por la existencia de distintas disposiciones legales y tributarias, que afectan de manera distinta a unas y otras. El profesional aconsejó igualmente la necesidad de conformar sólidos equipos de trabajo, en un ambiente de confianza, humildad y respeto.