Durante la pasada visita a Chile del Presidente de China, Xi Jinping, se suscribieron una serie de acuerdos y memorándums de entendimiento, en diversas áreas, que buscan profundizar aún más las relaciones entre ambos países. Por sus implicancias, tanto en el ámbito de la ciencia como del turismo de intereses especiales, destaca particularmente la firma del convenio entre la Universidad Católica del Norte y la Academia de Ciencias de China, para el establecimiento y operación conjunta de un observatorio astronómico en el cerro Ventarrones, ubicado en la región de Antofagasta.
Como todos los acuerdos suscritos con observatorios internacionales instalados en Chile, los investigadores de instituciones nacionales tienen asegurado el 10% del tiempo para su uso exclusivo, lo que genera paralelamente un fuerte impulso para el desarrollo de la astronomía local. China sólo tiene como socios astronómicos a algunas naciones del Asia Central, convirtiendo a Chile en uno de los primeros países del continente americano con el cual opera proyectos conjuntos. Desde hace tres años, en la región metropolitana, específicamente en el Cerro Calán, colaboran científicos chilenos con sus pares chinos, provenientes del Centro para la Astronomía de la Academia China de Ciencias en Sudamérica (Cassaca).
Pero la observación de las estrellas no sólo se relaciona con la ciencia. En el último periodo, frente al turismo tradicional, han ido emergiendo nuevos nichos que buscan abarcar nuevas áreas, tales como el turismo astronómico. Durante la Chile-Week realizada en Beijing y Guangzhou, a fines de agosto y comienzos de septiembre, se efectuaron precisamente una serie de actividades tendientes a promover este tipo de experiencia entre los cada vez más numerosos turistas chinos, 120 millones de los cuales viajaron fuera de sus fronteras en 2015.
La región de Antofagasta concentra los mejores cielos del mundo, un recurso natural con el que muy pocos países pueden contar. En la actualidad, es posible visitar los observatorios astronómicos ubicados en esta región y experimentar el trabajo de los científicos, lo que ofrece una oportunidad única para aprender un poco más sobre la influencia de las estrellas en la civilización. En definitiva, las piezas están puestas para potenciar un nuevo nicho de negocios, que seguramente jugará un papel de suma relevancia en el futuro.