La credibilidad de las estadísticas económicas del país asiático ha sido constantemente puesta en entredicho. Desde el 2015, China se encuentra suscrita a la Norma Especial de Difusión de Datos del Fondo Monetario Internacional y paralelamente ha desarrollado una serie de mecanismos de salvaguarda y verificación. No obstante, diversos gobiernos locales continúan arregándoselas para evitar tales mecanismos, ya que muchos de sus funcionarios logran beneficios de distinta índole al poder exhibir cifras exitosas. Una de las últimas malas prácticas descubiertas entre gobierno local y empresas ha sido una política de devolución de impuestos, en donde las autoridades alientan la emisión de facturas falsas, con el objetivo de inflar los ingresos y tributar por montos superiores, los que finalmente son devueltos en forma de subsidios. De esta manera, el gobierno local obtiene una cifra de ingresos más alta; mientras que las empresas exhiben ganancias.
Para leer el artículo completo hacer click aquí

